Empezaron diciendo de forma hipócrita que habían dejado de servir medialunas y café en la Casa Rosada, y que pagaban sus asados en Olivos con dinero que juntaban entre ellos. Querían parecer ahorrativos y mostrarse incapaces de malgastar un peso...
Eran tonterías difundidas por los medios mafiosos que fomentaron la idea de "es nuestro dinero", para atacar a los gobiernos populares y promover el odio y la descalificación.
Ahora se suben a aviones pagados por el Estado para visitar a sus aliados políticos. No importa si son Abascal o Trump, ni que pertenezcan a una derecha extrema que defiende asesinos y traidores a sus propios países. Ni siquiera importa que se ausente frecuentemente, pues sería peor si se quedara.
Lo que indigna es la impunidad. Milei ataca el consumo, la industria, y la obra pública, y se va constantemente. Mientras tanto, caen los empleos, los salarios no suben, la gente muere por falta de medicamentos, y él se sube a otro avión. Las universidades paran, 27 millones viven en la pobreza, y él se va de fiesta, dejando a Luis Caputo diciendo que "Argentina por fin es un país solvente".
Milei reivindica a Videla, Abascal a Franco, Éric Zemmour al mariscal Pétain, Meloni defiende a Mussolini, Bolsonaro la dictadura del 64, y los nazis cuelgan una pancarta de Hitler en la puerta de Brandeburgo. Mundo cruel, ¿no?
#argentina
#milei
natali gutierrez
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